Ciudad de México, México, Tenochtitlán Octubre de 1993, fué por primera vez cuando Lourdes Guerra Serrano mejor conocida como “Lula” tuvo contacto con el arte de “alambrear”. En ese entonces en la”Plaza de los Coyotes” de la Delegación Coyoacán “Lula” se reunía, con artistas de diversas áreas del “arte callejero” de los corredores de la Plaza de los Coyotes; ella gozaba el aprender las técnicas del maestro en filigrana de plata y alpaca “Rafael Meza” mejor conocido como “el Snoopy” egresado del INBA, artista esmaltista del arte urbano quien trabaja la artesanía en filigrana pinzeada de alpaca, plata y plumaria; cuarzos, jades, bambús y semillas.
Fué en aquel entonces cuando “Lula” proviniente de una familia de clase media del Estado de México, Municipio de Tlalnepantla, estudiante del CEDART en la Ciudad de México, gozaba de las enseñanzas mágicas que el maestro “Rafael Meza” mostraba en técnica con finas pinzas, a cambio de despachar su puesto de artesanía en Coyoacán, era una especie de trueque., como muchos otros lugares, Coyoacán era antiguamente un pueblo independiente. Así es que en medio de la Ciudad de México, te encontrabas frente a la plaza y callecitas muy tranquilas. Coyoacán significa en lengua Nahuatl , “lugar de coyotes” por ese entonces era un lugar muy concurrido para dar la vuelta, sobre todo los fines de semana. Caminar por la plaza donde algunos pintores exhibían sus obras, artesanos presentaban sus trabajos de artesanías y manufactura en vivo.
Sentada a platicar en una banca o en los corredores, “Lula” trabajaba con todo tipo de artesanos y artistas de diversas partes de Latinoamérica; sus puestos estaban hechos con recortes coloridos de telas en el piso… algunos afortunados gozaban de mesas plegables. Las noches se iluminaban con bares y locales en donde se reunían jóvenes en busqueda de diversión creativa; escuchando músicos y diversas bandas de música preehispánica, reggae o de rock urbano., las reuniones de intercambio artístico y experimental eran casi del diario.
Además, era una zona residencial bastante exclusiva pero sin perder el sentido bohemio. Muchos artistas eligieron y eligen una de las grandes casonas coloniales de la bonita Coyoacán para vivir. Por tal motivo… Coyoacán se convirtió en la inspiración para el proyecto de “Lula”. Desde hace muchos años, Coyoacán tiene una gran feria de artesanos. En los últimos tiempos, se ha designado un espacio especial para ellos frente a la plaza, una especie de gran mercado de dos pisos llamado “Bazar Artesanal Mexicano”. Allí puedes encontrar ropa típica de diferentes partes de México, juguetes de madera, dulces tradicionales y regalos de todo tipo. Esta feria, que reúne tanto a turistas como a gente local, se sigue llevando a cabo los sábados, domingos y días festivos.
“Lula” caminaba por diversos rumbos de Coyoacan hacia el mercado que además de tener lo básico; frutas, verduras, legumbres, etc., también ofrecía “copal”: Místico aroma obtenido de la resina de un árbol del mismo nombre, el cual se utiliza en muchas ceremonias desde tiempos prehispánicos. Caminando unas cuadras más, resplandece el Museo de Frida Kahlo.
En “La casa Azul”, donde antiguamente vivieron “Frida Kahlo” y “Diego Rivera”: En este museo se exponen muestras de las obras de la reconocida artista, que cuentan su fuerte historia. Las pinturas de “Frida Kahlo” no pueden ser analizadas sin conocer la historia de su vida. Debido a un accidente “Frida ” desarrolló su creatividad y sus conocimientos de arte desde el lecho de su cama . A pesar de que realmente “Lula” nunca fué una gran seguidora de esta artista, ni de su obra, le resultó sumamente interesante este museo así como conocer la conmovedora historia de su vida y su relación con el famoso muralista “Diego Rivera”.
Uno de esos días… En un hermoso patio central de “La casa azúl” lleno de plantas y esculturas, Lula se sentó a ver fotos de su artista plástica favorita; ícono del periodo “Subrrealista” : “Remedios Varo” , donde junto con dos amigas estudiantes de arte probó por primera vez el movimiento hipnótico de las pinzas con la técnica filigrana en alambre de alpaca. Después de unas horas de trabajo colectivo surgieron los primeros collares de semilla de la baina del árbol jacaranda pintadas con pincel en formas “Subrrealistas”.
Lula y sus creativas figuras de joyería artesanal han recorrido diversos puntos en latinoamérica y del mundo con su puesto de artesanías mobil con solo una mochila en brazos… presentando en cualquier parte del mundo el proyecto de “Lularte” , el cual de alguna forma es solo parte de un estilo de vida de no solo una generación o periodo “Urbanista”, en el cual varios artistas y artesanos ambulantes de todas partes del mundo siguen y seguirán llevando a conocer “el arte hecho a mano, artesanía hecha por manos creativas, con materiales naturales”.